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viernes, 28 de mayo de 2010

Menos cultura, cuando más falta hace

La falta de cultura y la ausencia de inteligencia en la superestructura nacional, nos conduce indefectiblemente al odiado retroceso social, procurado por la idiocia política, el egoísmo oligarca y la dolorosa estupidez popular, equivalente a la masiva existencia de los "obreros de derechas". Así nos vamos deprisa, al abismo, seguramente por la mencionada falta de cultura, a la que rebajaremos el presupuesto ¡Tan necesario ahora!

Nadie votó SI. Reflexión

Nadie votó si. Nadie apoyó a ZP, que con esas siglas personalizó el partido en el Sr. Rodríguez. Nadie votó si, porque los que pedían la reforma a votar, además de oponerse a sus propios postulados, lo que quieren es hacerla ellos mismos y más dura o neoliberal.

Izquierda desUnida sigue haciendo política en el limbo, sin bajar a la arena real, por ejemplo, votando a la reforma No, cuando podía haberla criticado y abstenerse o marchar del hemiciclo, sin dejar al Gobierno a merced de la derecha, tal parece que prefieren un gobierno derechista y con ellos se alinean.

Se salva la derecha catalana, como siempre, parece tener la exclusiva del sentido común en el Parlamento y Durán y Lleida vuelve a hacer más por la nación que los extremos que conforma el PP e IU, que parecen querer ir en el mismo saco.

Es hora de reflexionar: ¿Quién creo la crísis Zapatero o Financieros, Cajas y Especuladores en la construcción? y ¿Qué procede? "Esto tenemos que arreglarlo entre todos" o "Esto que lo arregle el que lo jodió"

viernes, 21 de mayo de 2010

La política perjudica seriamente la salud

No se puede decir de más formas, aún aceptando que el Gobierno no lo hace bien, que la alternativa sea mejor, deja muchísimo que desear, tanto es así que parece peor el remedio que la enfermedad.
Esto nos conduce a pensar que la clase política es "impeorable". Cuando un gobierno lo hace bien o regular, como pasa en cualquier país, la oposición ofrece inteligentes alternativas políticas para optar al poder. Aquí, aún teniéndolo más fácil, no asoma la inteligencia por por sitio alguno ¿La habrá? Hay algún brote verde en la derecha autonómica vasca y catalana, pero nada más.
Teniéndolo tan fácil, una estulta y nefasta oposición perjudica seriamente la salud Popular y popular, luego hay que prohibir (y no me gusta sino, prohibido prohibir) el acceso de mediocres a la política, antes que prohibir fumar, porque aquello perjudica más la salud que esto y es más urgente. ¡Salud! Que falta nos hace.

sábado, 8 de mayo de 2010

Así no vamos a ninguna parte

Cárcel para ladrones y especuladores, esa es la medida inmediata a tomar para luchar contra la crisis y consecuentemente, la regulación de los mercados financiero y otros pervertidos, donde los engaños, estafas o robos, sean penalizados ejemplarmente.

Entonces por qué, aunque todos sabemos que hay que hacer, no se hace.

El Parlamento debería actuar con celeridad ¿Por qué no lo hace? Quizá sea porque el Gobierno no tiene mayoría, pero ... ¿lo haría si la tuviera? Quizá sea porque los partidos de la oposición a su izquierda no tienen suficiente número de parlamentarios o éstos no quieran. Quizá sea porque la oposición mayoritaria se opone a todo por norma, sistemáticamente. Rajoy es incapaz de llegar a acuerdos con el Ministro de Educación, con el Presidente de Cataluña, ni con el Presidente del Gobierno, pero ... ¿y la derecha autonómica? ¿Estaría dispuesta, dado que la nacional no lo está?

La solución pasa por la legalidad, o sea, que nadie haga ninguna tropelía ni en la banca, mercados financieros y otros como la construcción. ¿Es tan difícil ser mayoritariamente honrados?

Parace ser que estas sinrazones se imponen supongo que, porque la oligarquía pone tanta presión sobre los partidos que aún conociendo la solución, no la ponen en práctica. Esto únicamente reduciría los beneficios de la repetida oligarquía mundial, a costa de que familias enteras no tengan trabajo y se reparta miseria en abundancia. ¿A quién votamos? ¿Para qué votamos? ¿No queda nada de sentido común en el Parlamento?

Parece evidente que las ilegalidades, cometidas en diferentes mercados y globalizadamente, se van a costear aumentando los impuestos al pueblo, bajando las pensiones ridículas ya de por sí y despidiendo, cuando no rebajando salarios. Esta situación mantenida devendrá en revuelta social, por llamarle suavemente y todo porque esa minoría sea más poderosa y rica. Así no vamos a ninguna parte.

viernes, 7 de mayo de 2010

Quizás

Quizás (Rescatada de El Plural 28/11/2005)

TOMÁS GARCÍA ÁLVAREZ


Quizá la sociedad española es insolidaria, porque el preponderante sistema económico que nos rige, da lugar a que nos gobierne el “mercado”, en lugar de los diputados que elegimos cada cuatro años.

Porque la globalización únicamente ha servido para que las empresas, sobre todo las grandes, hayan aumentado sus beneficios, reduciendo costes y principalmente los laborales, lo que implica menos salario, amén de las (mal llamadas) “deslocalizaciones” (yo diría traslados) que suponen más paro.

Porque el sistema electoral prima el bipartidismo, con lo que el 80 % de los representantes del pueblo son del PSOE y del PP y estos, como todos sabemos, en lugar de aunar esfuerzos en bien de sus electores, se distraen insultando, mintiendo, incumpliendo promesas, crispando ánimos y engañando al pueblo.

Además y por recomendación, porque tenemos como meta ser los Fernando Alonso en nuestro ámbito económico, social o laboral, sin darnos cuenta que Fernando Alonso solo hay uno. Ésta ejemplificante idea es una estupidez malvada, por imposible e insolidaria en si misma.

Así las cosas, da que pensar que los catalanes aspiren a gobernarse a si mismos, porque la solidaridad no se palpa en el ámbito mundial, europeo ni nacional.

Quizá consideren menos bipartidista un gobierno cercano al votante. Quizá deseen cambiar el sistema electoral para tener menos mercando y controlar más y mejor sus representantes. Quizá la cercanía ofrezca más confianza y menos competitividad y quizás sean preferibles tantos quizás a la certeza insolidaria en que vivimos.