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jueves, 5 de agosto de 2010

Enlaces hallados en la prensa

Enlaces a cartas y otros perdidos hace tiempo y hallados en templo de la prensa, Internet


Carta al abuelo, que estás en los cielos


Querido abuelo: Continúo relatándote el devenir de la sociedad en este país nuestro,que cada día está mejor, pero muy loco.


La pérdida de derechos por la elusión de la norma laboral en las grandes empresas, se muestra en la aparición de los falsos autónomos, trade o autónomos dependientes, que no son más que trabajadores, obligados por su empresa a comprarse las herramientas de trabajo que ella debería entregarles.

Ahora éstos, oprimidos por sus colegas empresariales, mucho más poderosos, se quejan de las tarifas que les imponen e incoherentemente y por ignorar dónde los coloca su nueva posición de empresarios en la sociedad dicen que van a la huelga (digo yo que será al cierre patronal, pero dejémoslo correr) y... ¿contra quiénes protestan y hacen la huelga?, pues protestan al Gobierno y sufrimos la huelga el pueblo.

Además, abuelo, piden lo que no se le ocurriría nunca a un empresario y menos a los que los contratan: ¡Intervención del Gobierno en el mercado! (libre, dicen algunos). Ves, no saben dónde los colocó la sociedad, están despistadísimos. ¿Intervención del Estado en el mercado? Fíjate cómo será de aberrante la petición, que ni el actual Gobierno, socialista él, accede a ella. Petición, por otra parte, propia de un trabajador, no de un empresario.

Pero tranquilo, abuelo, que, al final de este desequilibrio económico llamado crisis, creado por otros grandes empresarios, en esta ocasión del petróleo y de ámbito mundial, lo pagará, como siempre, el pueblo liso y llano, amén de sufrir los inconvenientes del paro patronal de pobres transportistas, ricos pescadores y agricultores varios. Todos ellos, en lugar de apretar exigiendo dónde se quedan los grandes márgenes de beneficios de sus respectivos sectores, tiran del «teto» fácil, del pueblo. Así que viene otra época de apretarse el cinturón, para que los grandes capitales mundiales y algunos nacionales de este nuestro país sigan ganando la cuantía prevista de millones de euros cada ejercicio económico, sino nos desabastecen. ¡Jesús, qué mundo!

Sin otro particular se despide de ti, tu nieto que lo es.