Mastodon

miércoles, 31 de julio de 2013

La decisión

Cuando no te das cuenta de lo que te quiere pedir un ser allegado a tí, querido por ti, aún no directamente y por cualquier causa, es que no prestas la debida atención, o él no lo supo expresar, pero las más de las veces, con un conocimiento razonable de los individuos y la situación, es que no prestaste la debida atención.

Si así todo y pasado el tiempo, sigues sin darte cuenta; es que eres un poco "corto" o tonto, en otro caso, eres un cabrón.

Esto pasa muy amenudo en casa, en política, es decir, en la vida misma, en una palabra, que es más habitual de lo deseado.

¡Oye, hombre, vamos a ir al cine ¿Nos acompañas? 

Analicemos:
No quieres ir, pero sabes que ellos van.
... y si sabes que van a ir y los puedes llevar, porque no tienen facilidad de transporte ¿Qué?
Opciones:
  1. Que te follen que no voy a ir.
  2. Puedo llevarte pero, yo prefiero tomarme un cubata entre tanto.
  3.  Vale, vamos.
Inteligentemente hay que buscar la decisión adecuada. Ella dirá mucho de ti, de tu inteligencia y de tu generosidad.

domingo, 28 de julio de 2013

¿Seguimos votando lo mismo?

El referente nacional en "supermercado de calidad", ya hace agua, se parece a cualquier otro supermercado, porque rebajó el número de empleados y la calidad de los mismos. Claro es razonable, porque la calidad del cliente también bajaría y además bajaron los salarios aprovechando la coyuntura, el poder adquisitivo de la gente y vamos todos bajando a la miseria. Excepto la oligarquía cada vez más poderosa y rica a costa de los desfavorecidos. ¿Seguimos votando lo mismo?

martes, 16 de julio de 2013

Dimite Presidente, aunque seas el más silente.

¿Cómo es que el líder, el jefe del poder ejecutivo, no ejecuta nada? Es especialista en verlas pasar y ni moverse. Se puso de lado en el caso Prestige tiempo ha, y ni le rozó un hilillo, cuando a Cascos lo echaron del asunto porque le cantaban los ejes. Es el paradigma del poder no-ejecutivo y silente a la gallega por nacimiento, aunque sea el más alto cargo del poder ejecutivo

Ya no por esta actitud, que también, pero por la de colaborador y presunto cobrador de los negros dineros políticos para la compra de poder y como coadyuvante en esta noticia: España es el cuarto país de la Unión Europea con más banqueros millonarios.  El innombrable y silente Primer Ministro debería dimitir, ya está bien

Esta noticia no debería pasar desapercibida a los partidarios de la política del PP,  los que ponen el grito en el cielo contra la ley andaluza que obligue a los bancos a aceptar la dación en pago de los deshauciados, a los partidarios de las ayudan a bancos y cajas, en resumen, a los que persiguen al pueblo y defienden al Ibex 35.

Similar noticia a la de los banqueros, no la podemos oir de los políticos, porque el dinero negro no existe contablemente hablando y por tal condición no se puede contar, cuantificar; claro que, ahora se entiende mejor por qué Cospedal aboga porque los parlamentarios, al menos en Castilla-La Mancha, no tengan salario. A ella no le hace falta, ya lo tiene presuntamente y libre de impuestos ¿verdad? ¡Qué asco!

Y la libre Hacienda Pública según el Primer Ministro, que actúa independiente, como el poder judicial, la fiscalía y la policía, no van a investigar a estos presuntos cobradores del negro estiercol del diablo. Seguramente no. ¡Oh, sorpresa!

viernes, 5 de julio de 2013

Ruido de los "ejes" en ripios

Porque no engraso los "ejes",
me llaman abandonao...
no me gusta a mi que suenen,
que se ve por donde voy,
pero me jode el tonillo
del cantor, sin ton ni son
que dice que los engrase,
no se para que canción.

¿Por qué no engraso los "ejes"?
Porque no me da la gana,
no me importa su sonido
porque llevo el Ipad puesto,
y me fastidia el sentido
del criticón que lo dice
sin saber que las perdices
las caza solo el "abuelo",
el dueño de la escopeta,
el que les cortaba y corta el vuelo.

Ya no oigo las perdices
ni lo ejes, ni el carreto
voy ocupando el oido
con news del oriente medio
que cantan como rebecos,
para olvidarme del hecho
tan brutal en que vivimos
por culpa de cuatro chivos,
oligarcas que no vimos,
pero nos parten el pecho
aquí y en oriente medio.