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miércoles, 27 de enero de 2016

Política tancrediana

Política en la derecha nacionalista española, que no la nacionalista de otra parcela que España.
Por qué, nunca lo sabre y quizás ya no lo entienda, por qué el nacionalisno debe ser muy español y además el de derechas.
Marianimiseriaco el corto, solo por su inexistente actitud, político don Tancredo, no cambiará de estrategia ni actitud hasta a todos aburrir.
Aburrir a sus colegas y aborregar cuanto pueda, al populacho sin más ni Mas, pero sin cejar ni un ápice de su portentosa vida con la corrupción querida por su partido, no más, pues ahora le falta Mas.
Imputados tesoreros, todos los que allí nombraron desde el último al primero, todos están mencionados en diferentes juzgados y finalmente el partido también lo dejan marcado, marcado de corrupción y manchado de aptitud, por falta de la actitud del don Tancredo mentado.
De la miseria no sabe, no se entera, no está en ella, de la miseria ni media. Don Tancredo ahí tan puesto, haciendo lo que esta escrito, por su partido bendito, que no me muevan ni un pelo.
Conservadurismo todo, conviene pensar en él, porque el pueblo lo ve bien. Si tu vecino te envidia, no muevas nada en la vida para seguir mejorando, porque el cambio va cambiando las circunstancias vecinas y puede que la movida venga con algún perjuicio, mejor no me mojo, elijo, que siga aquí D. Tancredo.

domingo, 17 de enero de 2016

En el Parlamento solo pasa eso

La actual composición parlamentaria, que contiene, entre otros, los "perroflautas" del 15 M, asusta a ciertas gentes, es lógico, lo nuevo asusta sobre todo a los conservadores, porque les saca de su zona de confort y porque el parlamento hasta ahora no contenía toda la diversidad nacional.

Molesta que otra parte de  la población esté representada y que la gente normal acceda al Parlamento; lo de las "rastas", el mamón y su mamá, etc. es confundir y no ir al fondo de la cuestión, ruido para desviar la atención de lo importante. En resumen, jode que el acceso al Parlamento no sea solo para privilegiados, "la casta". Vamos a cambiar casta, con caspa por "rastas". No obstante, cuando la gente discute de esto en los bares, empezamos a progresar porque comenzamos a pensar.
Tienen que salir de la zona de confort los veteranos políticos, que eran los únicos representantes del aborregado pueblo, ahora los borregos pueden acceder directamente, sin representantes de la "casta" ¿Cómo puede preocupar esto a los ilustrados políticos profesionales?

Puede que los borregos que accedan ahora al Parlamento, lo hagan mejor que los ilustrados de la casta y claro esto preocupa. Sobre todo porque con no corromperse tienen mucho ganado.

Carmena parece que mejora a Botella con creces y Colau en Barcelona marcha bien y dialoga con Varufakis, ¡Que peligro! 

En fin, lo único que pasa es que estamos sacando de la zona de confort a la casta política. Solo eso, que pueden perder sus privilegios y tendrán que volver a trabajar, solo eso.

domingo, 3 de enero de 2016

Nuestra endémica estupidez

La fuerza política preferida por los españoles es una fuerza política corrupta, no hace falta explicar porqué. Sencilla y vergonzosamente somos un  país con institucionalizados "chorizos" y con demasiada gente que los vota, millones. Increíble, pero cierto.¿Son votados estos institucionalizados "chorizos" por ignorancia, egoísmo, avaricia o estúpidas aspiraciones?

Aquella estupidez humana, aquella que límite no tiene, nos acompaña una y otra vez en nuestro deambular por esta culturalmente mísera vida. Mísera por inculta vida que nos proporciona la política neoliberal. y aquella estupidez que no ceja, nos impide progresar como sociedad.
La base de esta tropelía es la deseducación, porque a ello se dedican en cuerpo y alma los adalides neoliberales y como subproducto, sus esbirros, aquellos del pueblo que quieren progresar no por sus méritos, sino por cualquier medio que les permita "tener", simplemente tener, poseer, sin ser ni saber, sin méritos propios y atentando así contra el bienestar general, solo practicando los más eficaces defectos humanos, olvidando por supuesto todas las virtudes, la ética, la moral y la educación ciudadana, antes llamada urbanidad. Conclusión: somos un deseducado e inculto país incapaz de evolucionar socialmente a causa de nuestro conservadurismo y endémica estupidez.